“Pienso que el verdadero castigo después de la muerte consiste en proyectarnos a cada uno una visión de cómo sería el mundo si realmente hubiéramos hecho lo que hemos venido a hacer. En todo caso, no hay peor pecado que desconocer una virtud propia. Y mucho peor es aún, conocerla y reprimirla.”
Sr. Valentierra, Conde de Hurlingham, al tercer vino tinto en el bar El Recado de Coronel Vidal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario